Inicios

A mediados del siglo XVI, un tonelero de profesión y de nombre Pedro Luis, acompañado de unos jóvenes, le llamó la atención una intensa luz, de origen desconocido en unas alcantarillas que comunicaban el arroyo Tagarete con el río Guadalquivir, en la zona conocida como los Húmeros de la Carretería, entre la actual capilla y la Torre del Oro. El pasadizo carecía de iluminación, salvo la antorcha del portador. Aquella intensa luz se trataba de una pequeña imagen de Virgen de gloria, que con motivo del hallazgo, la rescató de aquel lugar y le dedicó la advocación de la Luz.