Casa Hermandad

Su progresivo desarrollo se inicia al mediar el siglo XX, aunque desde antiguo habían existido unas dependencias anexas, con entrada por la Calle Pavía, que desempeñaron esa función. En la década de los ochenta surgió la posibilidad de comprar un solar contiguo a la capilla, que podría ser la situación ideal de una posible casa-hermandad. El solar fue comprado, escriturado y pagado.

A principios del año 1983 el hermano don Jaime López de Asiaín Martín, catedrático y arquitecto, por encargo de la corporación, realizó un estudio para construir sobre el solar.

El citado hermano, con la colaboración de su esposa, doña Pilar Arberich Sotomayor, también arquitecto, presentó el citado y ambicioso proyecto, previendo la ampliación de la capilla, en unos 25 m². En 1991 se obtiene la licencia y, por fin, en el año siguiente fueron acometidas las obras en su primera fase, consistente en cimentación, estructura, cubierta y cerramiento. Una segunda, llevada a cabo a continuación, tuvo por objeto: revestimiento, enlosado, tabicación y saneamiento. Sus 450 metros cuadrados se reparten en la planta baja, aparte del espacio reservado para la ampliación de la capilla, con almacén de pasos, túnicas y priostía; en una primera planta, despachos de mayordomía, secretaría, además de un bar y patio, con unos aseos; y en una segunda, el despacho del hermano mayor y un amplio salón de actos y de cabildos.

La bendición la realizó el director espiritual, don José Gutiérrez Mora, el 28 de mayo de 1994. El acto fue seguido de un besamanos a la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad.