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46  Carretería - Cuaresma, 2012



            ñor?, aquí se hace palpable la acepción de esa   el  azul,  color  que  hermana  a  los  dos  ba-
            otra Salud a la que me refería al principio, no  rrios.
            de la salud física, que en tu caso ya no existe   Un azul que los viste al menos dos veces al
            sino Salud de compromiso de vida, Salud de  año en la misma semana, el Martes y el Vier-
            coherencia de vida, Salud de amor por la vida.  nes Santo, colores que brotan sin solución de
               esta, Señor, es la gran diferencia entre los  continuidad.  en  Puerta  Carmona,  entre  sus
            dos barrios; allí en San esteban un Cristo vivo  callejuelas judías y moras se desparrama ner-
            y aquí muerto. ¿Qué ha ocurrido en tan poco  vioso hasta encontrarse, como en un preciso
            espacio de tiempo? te dejo en San esteban he-  ramillete,  en  San  esteban.  es  un  azul  claro,
            rido y maltrecho pero con vida, aquí, te con-  azul vivo, azul de luz de medio día.
            viertes en un Cristo muerto en la cruz y con   aquí  en  el  arenal  es  un  azul  diferente,
            evidentes marcas en tus manos, en tus pies y  como si el dolor de Cristo muerto en Viernes
            en tu costado.                           Santo le confiriera una tonalidad más oscura,
               Si las heridas de las rodillas en mi Cristo de  más rancia, quizás  más señorial, con sus telas
            San esteban me estremecen, el ver tus pies ple-  espesas de terciopelo que le confieren el gra-
            gados y traspasados, tus manos taladradas en  do de antigüedad de una Hermandad histórica
            el madero, al ver tu costado agujereado, hace  que lleva dentro  de sus túnicas el sabor anti-
            que me sienta impotente  ante ese paso del es-  guo de los siglos de vida.
            carnio, la burla y la mofa hasta la muerte.   azul de Viernes Santo, túnicas de Viernes
               tu sereno rostro Señor me hace estremecer y  Santo, como si quisieran confluir en la propia
            me obliga a reflexionar lo grande que es el amor  túnica el  color triste y apagado de su azul de
            del Padre que nos envía a su Hijo para morir con  anocheceres aljarafeños,  con el peso de la tris-
            la más injusta de las muertes por la redención  teza del día triste de nuestra Semana Santa.
            de los hombres ¡qué magnífica lección! Y además   Os veo andar en la mitad del día de la muer-
            se nos presenta el Viernes Santo acompañado de  te de Dios y comparo inevitablemente la suave
            su gente más cercana y  de las figuras del Buen  caricia del revuelo al aire de las capas azules,
            y el Mal ladrón, representándonos de esa forma  livianas  y  gráciles,  con  vuestras  bellísimas  y
            el arrepentimiento y la indiferencia del mundo  pesadas arrugas de las colas impecablemente
            ante el mensaje de amor del Padre        recogidas y sujetas por el cíngulo dorado.
               Por ello, tanto en el rostro del Cristo Vivo   Quizá  sea  un  atrevimiento  por  mi  parte,
            de San esteban, como en el rostro del Cristo  Señor de la Salud, pero quizá nos condicione
            Muerto del arenal se refleja la falta de Salud  también esa diferente forma de andar frente a
            de los que les juzgaron, maltrataron, y asesi-  la vida. Lo he comprobado en mi trato con tus
            naron,  y  hoy,  2000  años  después,  seguimos  hermanos. a nosotros, nazarenos de San este-
            siendo jueces de esos mismos rostros sin saber  ban, nos urge socorrerle, enjugar sus lágrimas,
            entender ese  mensaje. De ahí que nuestra acti-  abrazar sus hombros caídos. a vosotros, carre-
            tud ante Él siga siendo de duda e indiferencia,  teros de siglos os queda la esperanzada espera
            de incomprensión y rechazo.              de la mañana de la resurrección, sin nada más

               Vemos en tantas partes de nuestra Sevilla  que hacer que enjugar las tres necesidades de
            tantos Cristos vivos sin ser capaces de ver en  la Madre. ¿Os parece poco?.
            sus  caras  los  sentimientos,  las  penas,  las  in-  Sin embargo no finalizan las coincidencias
            comprensiones,    sin  pararnos  a  pensar  que  en la advocación y en el color, las dos gozaron
            muy cerca de nosotros hemos podido aplicar  de  puertas  de  entrada  y  salida  de  la  ciudad,
            el  mensaje  de  amor  “lo  que  hicieres  con  tu  construidas en el mismo tiempo. torres almo-
            hermano...                               rávides que fueron testigos de gestas gloriosas
               Hablaba de coincidencias entre los dos ba-  para la vida de la ciudad, la una en Puerta de
            rrios, y he apuntado la SaLUD, como quizás la  Carmona, de cruentas batallas por tierra y aquí
            más importante, pero existen otras que hacen  en el  arenal gestas marítimas, testigo de des-
            que el arenal y la Puerta de Carmona se sien-  cubrimientos y riquezas que el paso del tiempo
            tan aún mas hermanados.                  se encargó de hacer desaparecer.





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