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Carretería - Cuaresma, 2012
amor y de la Vida que se nos ha entregado gra- noche para quedarse hecho Sacramento para
tuitamente y que gratuitamente hemos de po- siempre con nosotros.
ner a disposición de nuestros hermanos, espe- Y la tomo para que agarre las manos de
cialmente de aquellos más cercanos a nosotros. nuestras hermandades, verdadera herramien-
es urgente y necesario y conveniente, aho- ta en las que siempre he creído, en las que creo
ra más que nunca, perder el miedo, saltar a las y en las que creeré siempre como cauces por
calles, a los bares, a ,los centros de trabajo y, donde llevar la cascada de esa salud que se te
con toda la misericordia de que seamos capa- escapa a borbotones por la cueva roja de tu
ces, con toda la bondad que anide en nuestro mano.
corazón, pero también con toda la firmeza de La tomo para que nunca sueltes las manos
nuestras convicciones, sacar todos los días el de nuestras cofradías, para que siempre estés
gran Misterio por las puertas de la Capilla, de con nosotros, a pesar de nuestras muchas infi-
nuestras capillas y defender con la fuerza y el delidades y carencias.
poderío de las garras de cada una de la patas Me has escuchado muchas veces decir Se-
de vuestro paso, aquello que no sólo creemos, ñor que las hermandades son de la Iglesia, que
sino que creemos y estamos convencidos que son Iglesia, tantas veces que es posible que la
es el mejor futuro para la humanidad. frase ya se pierda en la bruma de la inconcre-
No nos amedrentemos, proclamemos en ción, en la niebla del olvido. Hoy, permíteme
nuestra familia, en nuestro entorno, en nues- cambiar mi discurso, nuestras hermandades
tros trabajos, sin rubor, cuales son nuestras no son de la Iglesia, son tuyas, son de esa mano
creencias que ahora tomo entre las mías para arar con
Pero….. esta crisis de la familia no es algo ellas su futuro.
exclusivo, ni termina en la propia familia, sino Son de Dios, tuyas y de los hermanos. Por-
que como base de la estructura social traslada que sin ti y sin los hermanos, nada son, por
las mismas actitudes a todos los ámbitos de las mucho que se precien de ser Iglesia, porque la
relaciones humanas, siendo esta el fiel reflejo Iglesia sin ti y sin los hermanos, nada es. La
de los males que invaden a nuestras familias. Iglesia la construimos cada día, nosotros, tú,
Y ante una familia tan pobre, tan vacía de todos, en el esfuerzo, en la confianza, en la Fe,
valores, tan poco valorada, nos dirigimos a una en la entrega, en la responsabilidad, en el cul-
sociedad igualmente vacía, desencantada, sin to y en la convivencia común, en la adoración
más ilusiones que esperar un día la llegada a tu cuerpo Sacramentado y en la solidaridad
del otro. Parco bagaje para quienes deberían con los que sufren, con los que están solos.
sentirse herederos de la gloria de un Dios tan esa es la Iglesia que entiendo, aquella en
infinitamente misericordioso que te entregó al la que nuestras hermandades están llamadas
madero para así recuperar nuestra dignidad de a desempeñar un papel fundamental, una
hijos de Dios. misión de futuro, un actividad claramente
Hazte presente Señor en nuestra vida, en enfocada a construir el reino de Dios, un
la familia, en el trabajo, en nuestro quehacer reino donde la justicia social brille para to-
diario. Quiero verte Señor hecho persona en- dos, un reino donde la paz sea algo más que
tre nosotros. palabras en labios de los políticos, un reino
Para ello Señor indícame con tu mano iz- donde el amor sea la única y exclusiva y ne-
quierda el camino que tengo que seguir, hazte cesaria Ley que a todos iguale, que a todos
presente en nuestras familias una, que todos hermane en la única herman-
VII.- LA LLAGA DE TU MANO DERECHA dad de tu Salud.
Pero para ello necesitamos que nuestras co-
Y ahora, Señor, tomo con reverencia en fradías se impliquen en esa labor de cuidado de
mis manos tu mano derecha. enredando mis la familia. Porque corremos el riesgo de que, al
dedos con tus dedos, sintiendo la frialdad de igual que a otros ámbitos, también a nuestras
los nudos de tus huesos. Beso Señor tu llaga, el hermandades llegue el vacío de valores, la fal-
hueco de bondad que acarició el pan de aquella ta de contenidos de una fe que se convierta en
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