Page 45 - Boletín 157
P. 45

45
                                                                Carretería - Cuaresma, 2012
           MEDITACIÓN ANTE EL SEÑOR DE LA SALUD

                          D. MANUEL ROMÁN SILVA


                                     12 DE MARZO DE 2011

                     I.- PRESENTACIÓN             nominador común que las hermana es la pro-
                                                  pia advocación del Cristo de la Salud. Pero una
            Me presento ante ti Señor de la Salud como     SaLUD con mayúsculas, no solo Salud física,
         todavía tantos sevillanos, sabiendo  lo que sig-  tan necesaria y deseada para la vida, sino la
         nifica ponerse de tú a tú ante una Imagen.  Salud como necesidad de vida, como compro-
            actitud que como digo todavía se repite en   miso de vida, como coherencia de vida.
         nuestra ciudad y que nos sirve   para reflexio-  Desde la ventana de San esteban, allí en
         nar,  para  meditar,  para  conversar,  en  defini-  ese hueco donde la calle se adentra en la Igle-
         tiva  para  departir,  en  un  dialogo  sordo,  con   sia, donde la ventana se convierte en auténtico
         preguntas sin aparentes respuestas y que más   templo de devoción popular, se ve al Cristo al
         bien quizás pudiera considerarse un monólogo,   que, como a ti en este arenal, también le pe-
         pero aquí en Sevilla se convierte en  un diálogo   dimos Salud además de suplicarle Buen Viaje
         con un Cristo muerto por los Hombres y vivo y   para que en nuestro caminar por la vida nos
         resucitado  por Dios.                    sintamos  siempre    acompañados  por  su  pre-
            a  lo  largo  de  los  años  en  que  he  asistido   sencia.
         a algunos encuentros de este tipo, siempre me   Pues bien allí, en la ventana, en esa venta-
         ha impactado la situación de recogimiento que   na de amor,  he sido testigo de  personas que
         se genera, permitiendo  al ponente sincerarse y   con  sus  brazos  enganchados  en  las  rejas,  vi-
         vaciar lo que lleva uno dentro,  ante la presen-  ven los diálogos más sinceros, más llanos, más
         cia y la magnificencia de la Imagen.     espontáneos  y  profundos,  en  definitiva,  más
            Por otra parte, la cercanía de la imagen hace   humanos que jamás pudiéramos gozar; sin im-
         más íntima esa conversación que, generalmen-  portarle el paso de la gente, ni la interrupción
         te, se hace sencilla y próxima, convirtiéndose   por el bullicio de la calle.
         así la meditación en una cascada de sentimien-  aquella  ventana  se  convierte  a  lo  largo
         tos abiertos ante la Imagen.             del día en un confesionario abierto, humano
                   II.-. DE DÓNDE VENGO           y sincero . allí, en esa ventana, a nadie se le
                                                  obliga a detenerse, el que para su tiempo en
            Hoy  me  acerco  a  ti  Señor  una  vez  más,  ella es porque tiene la necesidad o el respeto de
         vengo de un barrio sevillano, la Puerta de Car-  presentarse ante Él para compartir vivencias,
         mona, que comparte con éste arenal la histo-  preocupaciones, tristezas, alegrías…. y quién
         ria de Sevilla; historia de gestas y fracasos, de  sabe cuántas cosas más.
         pesares y alegrías, de pobrezas y riquezas;  un   allí,  Señor,  en  San  esteban  el  diálogo  se
         barrio  con  un  profundo  paralelismo  con  este  hace ante un Cristo Vivo, con actitud de resig-
         arenal que hace que me sienta ante ti con la  nación, con su caña entre las manos, con una
         familiaridad de quien vive cada día las mismas  corona  de  espinas  en  su  frente  y  una  clámi-
         sensaciones. Son muchas sí, las coincidencias  de insultante sobre sus hombros, soportando
         entre mi barrio de la Puerta de Carmona, y éste  la humillación, la burla y el escarnio de todos
         del  arenal.                             nosotros, con un rostro que es la viva estampa
            Por un día la Puerta de Carmona se conver-  de tu resignación ante la indiferencia de todos
         tirá en arenal de Sevilla y el arenal en Puerta  nosotros.
         de Carmona, para, unidas, abrir de par en par   Sin embargo, Señor, aquí en el arenal eres
         mis brazos a vosotros, hermanos carreteros y  SaLUD  mientras  cuelgas  muerto  del  made-
         fundirme en un fraternal abrazo, porque el de-  ro,…..  qué  gran  contradicción,  ¿verdad  Se-





         45
   40   41   42   43   44   45   46   47   48   49   50