Page 45 - Boletín 160

Carretería - cuaresma 2015
Carretería - cuaresma 2015
Carretería - cuaresma 2015Carretería - cuaresma 2015

Pasado un rato el Fiscal no entendía lo que hacía ese monaguillo con el diputado dando
vueltas por el tramo en la calle Gamazo. Me preguntó varias veces que si se había perdido y a la
novena vez que me preguntó le dije que no, que no se había perdido, que era mi hijo en su primera
salida y venía conmigo:”Éso no puede ser Juan”, me dijo y le contesté: “Esto es una vez en la vida y
viene conmigo, me cueste lo que me cueste.”

El Fiscal (te pido perdón) lo dio por imposible, de todas formas sabía que el tramo andaba
como los ángeles y que ese diputado ahí es más una figura decorativa, canasto incluido, que otra
cosa.

Luego llegaron los años de la maldita lluvia, ésos que nunca salíamos y yo te ponía mil
excusas: que si hacía mucho frío para salir, que al San Juan le duele tela la cabeza, que se había
perdido el llamador del paso de Cristo, que los costaleros habían perdido el autobús; yo que sé,
cualquier cosa menos verte llorar porque nos quedábamos dentro…

¿Entiendes ahora por qué te cogí de la mano? Quería que lo supieras Juan, este es el
privilegio que tenemos. Recuérdalo siempre: somos pocos pero buenos, muy buenos y quiero que
lleves a gala el orgullo de ser nazareno de la Carretería. Nunca olvides aquel año, ése en el que te
paseé por las calles de Sevilla junto a los buenos, junto a los nuestros. Yo jamás olvidaré cómo se te
iluminó la cara y eso para mí se queda.

Con el convencimiento de que algún año serás mi diputado y me encenderás el cirio, que es
lo que te gusta. Mientras, yo te guardaré el canasto.
(Dedicado a mi hijo, Juan Bustos Asencio)
Juan Bustos Rodríguez

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