Page 43 - Boletín 161
P. 43

Carretería - Cuaresma 2016


       Déjame la puerta abierta                   Costalero, acólito, nazareno de cirio,
       para que pueda volver a entrar             portador de insignia, penitente…
       a tu casa en Nazaret, donde ella te esperaba.  Deja que tu Madre me diga lo que quiere de
       Déjame encontrarla en esa Soledad          mí.
       que nosotros hemos convertido en palio     Y que me eche en cara todo lo que quiera,
       para que sienta en los varales nuestra fuerza  que para eso es mi madre y a una madre se
       que la abriga y la acompaña por las calles.   le aguanta todo,
       Déjame a tu Madre.                         aunque cuando somos jóvenes no sepamos
       Ella, si pudiera, entraría por tus llagas  aceptarlo.
       para tenerte cerca y oírte respirar.       A una mujer se le concede todo,
       Como todas las madres.                     Todo lo que pida y todos sus caprichos.
       Pero no puede, porque siendo divina, es    Y ese palio que ella tiene, fue porque se le
       también humana.                            encaprichó.
       Yo soy de Dios, pero soy un hombre.        Por ser más Madre, simplemente.
                                                  Y todos los simplemente del mundo fueran
       Y no alcanzo más que a elevar los ojos     como ese.
       y a extender las manos preguntando
       por qué tanta muerte sin venciste,         Déjame a tu Madre,
       por qué tanta derrota si estás vivo,       sólo por hoy,
       por qué tanta amargura si te olvidas       como se presta
       y el dulce relamer de tu recuerdo          lo que se quiere
       sabe a miel y a canela y hierbabuena.      cerca de uno.
                                                  Jesús, déjamela,
       Déjame a tu Madre                          te la devuelvo
       que vamos a sentarnos junto en cualquier   antes que nazcan
       rincón                                     los azahares,
       a seguirnos preguntando por qué y para qué  de cinco pétalos.
       todo esto y todas estas llagas.            Cinco minutos,
       No tendremos respuesta.                    cinco caricias,
       Guardaremos silencio.                      cinco oraciones…
       Y pasarán las tardes como pasan las        Sé que no es mía…
       bandadas                                   Yo por tus llagas
       de pájaros haciendo serpentinas            te pediría,
       encima de las nubes con formas de humo.    que me las entregues.
                                                  Si me la brindas,
       Déjame a tu Madre.                         Mayor Dolor
       que quiero cambiarle los cardos            no habrá en su vida
       por ramos de rosas llevados a tiempo       ni Soledad
       y a no a una tumba que no habla y que no   que ella es indigna.
       abraza.                                    Yo la acompaño donde Ella diga.
       Que quiero quitarle el pañuelo             Tus cinco llagas
       porque tenga las manos libres para amar,   son la consigna
       no como nosotros, que las ocupamos         Y ella me dice:
       con esos teléfonos vacíos, ídolos de nuestro   Carretería.
       tiempo.

       Déjame a tu Madre,
       porque no tienes nada mejor que hacer
       ya que estás ahí y tus milagros
       sólo hacen reír a los judíos que te insultan.
       Déjame a tu Madre,                                        Francisco Javier Segura Márquez
       o más bien, déjame que yo me entregue a
       Ella.
       Que me ponga a su servicio.


                                                43
   38   39   40   41   42   43   44   45   46   47   48