Page 42 - Boletín 161
P. 42
Meditación de las Cinco Llagas
por eso te estoy diciendo por ellas vengo a pedirte
a ti mi Dios andaluz, un lugar sobre tu pecho.
y en decirlo me reitero… Que mi hogar sea tu costado,
como antes te decía… Dios crucifijo, te ruego.
no soy un buen carretero. dan miedo el frío y el fuego
que están lejos de tu Rostro.
Ser carretero es nacer Por eso llego y me postro.
de arenal ribereño, Porque me sé traicionero
y saber desde pequeño de la túnica más bella.
ir al Postigo y volver. Porque no vestí con ella
Cualquiera lo puede hacer ningún viernes junto a Ti,
eso está bien, pero digo Deja que redima así
que hay que saber ser testigo mi pecado como espero.
de una abra vivida, Igual que van en tu paso
de una cintura ceñida los dos ladrones, yo vengo
con un dorado cordel, crucificado en condenas
que es la Palabra de Él y te pido y te lo ruego,
repetida y repetida. un sitio en el Paraíso
de lirios en que te veo.
Ser carretero es tocar Deja un sitio en tu costado
al hermano con afecto, Para el bueno que ser quiero.
y perdonar el defecto Deja un sitio en tu costado
del que no sabe cambiar. Para este mal carretero.
Ser carretero es usar
guante de piel reluciente. EPÍLOGO: EL MAYOR DOLOR, LA
Saber tocar suavemente SOLEDAD
pero tocando de veras No sé si alguna vez
las miserias verdaderas te compararon con un cirio,
del que sufre impunemente. de esos que alumbrarán la noche de Pascua.
Esos cirios estarán el Viernes Santo,
Ser carretero es vestir cuando entres de nuevo en la capilla,
de amor y afecto suave, soñando la medianoche que les queda por
y encontrar siempre la clave vivir.
del obrar y el bien decir.
Del volverlo a repetir Tú eres un cirio como ésos,
cuando sea necesario. Cristo de la Salud
Al niño, al octogenario… y yo he venido a celebrar contigo
Saber encontrar el cielo una vigilia adelantada de la luz.
vestido de un terciopelo Lo mismo que el sacerdote,
azul por tu itinerario. con un clavo aromado de incienso,
he ido señalando en tu figura la forma del
Ser carretero es valor madero.
de llevar tu cruz de escudo
por el que en esa cruz pudo Tú eras como un cirio, aún sin encender.
cuanto pudo por amor. Que no había dado al mundo toda la luz
Llevar la cruz de color que podía.
de sangre es lo que no hago. Pero que había sido destinado a arder, a
Soy un torpe, soy un vago consumirse.
y me sirve cualquier lema, En el fuego feliz de la Palabra.[…]
y parece que me quema
lucir la Cruz de Santiago. […]Déjame a tu Madre.
Deja que yo intente
Por eso y por muchas cosas, recoger entre mis manos
que me guardo y que no expreso, tanto Mayor Dolor derramado sin mesura.
42