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Carretería - cuaresma 2014
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MEDITACIÓN DE LAS CINCO LLAGAS
Guillermo Mira Abaurrea
Capilla de la Carretería - 23 de Febrero de 2013
Con vuestra venia, Señor, me presento con la Sí Señor, he cruzado ese breve trecho cuando ya
súplica de que abras mis labios, para que mi boca pronuncie la ciudad se ha transformado por la Cuaresma, y ya sabes
tu alabanza, como dice la antífona. Sólo si vienes en mi Señor como en esta Jerusalén de Occidente se vive este
ayuda, dándote Señor prisa en socorrerme como en el tiempo de la purificación penitencial. Sabes Señor que en
Oficio de las Horas, Sólo si envías tu Santo Espíritu sobre Sevilla, sin contradicción teológica alguna, la Cuaresma es
mi mente para alumbrar el don de la palabra, podré poner a gozosa por que es antesala y larga víspera de tu
tus plantas los frutos de esta Meditación, porque sólo Tú Resurrección. He cruzado el umbral de la puerta sintiendo
puedes ungirme para hablar en Tu presencia. en la piel el aire de esta capilla, cenobio de una clausura casi
monacal, para encontrarme la penumbra y el silencio y un
Llegar y hablar en la Carretería, ante ti Señor, un
sábado de Cuaresma, tiene que ser para el que os habla el Cuerpo sin vida entre las luces mortecinas de unos cirios
ejercicio de un ritual bien aprendido. Yo no puedo entender encendidos, mientras fuera en la calle dejé atrás a multitud
otro modo de cruzar el dintel de esta puerta tan grande para de hermanos que vagaban como náufragos sin salvavidas o
adentrarme en esta Capilla tan breve. como navegantes sin brújula. Son como sombras de sí
mismo, en su fantasmagórica apariencia carente de norte.
Y aunque sea vecino del barrio, del compás de la Son como víctimas de su propia realidad. Junto a ellos otros
Laguna, practico mi devoción en otra collación y por ello, rientes y despreocupados, satisfechos de su vanagloria,
para acercarme a este entorno, como un cofrade convicto y ufanos en su altivez.
confeso, no tengo más remedio que revestirme de mis
mejores galas, que son tan sencillas como ceñirme el Y aquí dentro, un Cuerpo sin vida, ceñido por un
cinturón de esparto y revestirme de mi negra túnica de rúan sudario de sevillanísima hechura, atravesado por tres
y así acercarme, gustando el paseo por Francos y clavos que llagan tus pies y tus manos y una herida de lanza
Placentines, Alemanes y García de Vinuesa, por el breve en el costado, la noble testa coronada de espinas caída sobre
trecho que separa la Sevilla más romana de la más torera, el el pecho y tres doradas potencias que indican tu Divinidad.
camino que va desde la Sevilla más exquisita a la más Sí, Dios Hombre muerto, en esta penumbra. ¿Es esta la
salinera por qué de la Mar se llama la calle que las une, de la representación de un fracaso? ¿Es la simbología de un
que tiene en la Alfalfa su epicentro a la que tiene en la castigo? Calla Señor, no contestes que sea el silencio la
Maestranza su foro, de la Sevilla mudéjar de San Isidoro, de mayor elocuencia como aquel que mostraste ante Herodes
casonas de patios de pilistras a la Sevilla de puertas, para tenerte por loco, que sea tu callada la mejor respuesta.
postigos y Balcones Floridos, esta Sevilla pícara y mágica Hay unos cuantos que saben escuchar TU SILENCIO;
de Rinconetes y Cortadillos de Cervantes, que conviven con pero los más numerosos te niegan hasta el derecho a callar,
esa Sevilla profunda y auténtica, la de los Amos y Señores a que tal es su prepotencia.
los pobres del Hospital de la Caridad, la de la Vida en la cal Están todos ahí afuera, poblando cada rincón de
de sus paredes y la de la Muerte de las Postrimerías, la que esta ciudad, ebrios de egoísmo. Son aquellos que pusieron
recibió los cinco ríos de Juan de Mal-hara: agua, vino, su deseo en las posesiones temporales; los que se sumieron
aceite, leche y miel para hacer de sus calles, apoteosis de los en la espiral de la codicia de bienes, los que adoran los
deleites, la Sevilla, en fin, de cesteros, areneros y toneleros ídolos falsos de la avaricia y vieron pasar en un suspiro, "sic
que aquí labraron la historia de una cofradía que todos dicen transit gloria mundi", la brevedad de la vida mientras se
y dicen bien que encarna como ninguna, el perfil romántico escapaba ante sus ojos la felicidad que de tanto perseguirla
de la ciudad; la cofradía, que es como una décima de no alcanzaban.
Gustavo Adolfo Bécquer, recitada por los pinceles de Están también los que hicieron del poder su
García Ramos. Venir a la Carretería que es como hacer vivir tesoro; del dominio sobre todos, su naturaleza. Están los
el sueño que alumbrara la admiración que me producen los que sacrificaron el honor del alma por el egocentrismo,
lazos fraternales que atávicamente me unen a ella, en virtud porque el fin justifica los medios, atropellando todo hombre
de ser la primitiva y primera hermandad de mi abuelo. De y toda cosa que se interpusiera en su camino; esclavos de su
recuerdo de misas dominicales de mi infancia, antes de ir al depredación. El hombre lobo para el hombre.
campo alcalaíno de los Alonso; o de aquel cuadro de la
Virgen del Mayor Dolor que conservo, que me dio Don El poder, la avaricia, el placer, la codicia, la
Zacarías Zulategui por ganar un concurso sobre imágenes vanidad son sus valores, marchando al paso alegre que esta
marianas promovido desde el Boletín de la Hermandad. Mi sociedad del siglo XXI marca, ese Estado del Bienestar mal
querida Carretería, devoción vivísima de mi viejo amigo dimensionado, que cifra sus aspiraciones en el consumismo
Juan Castro Nocera, maestro en el sevillanísimo arte de de bienes materiales, en la dependencia de los poderes
hacer andar a una cofradía y sempiterno organizador del públicos del papá Estado que todo lo aguanta; sociedad
Corpus. materialista, sociedad relativista, que cuando fue a mirarte
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