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          opción a llevarlas con preferencia los sus-  el hábito nazareno, amén de realizar una
          critos pero de propiedad de la hermandad.  nueva normativa para tan trascendental
          Determinado todo, hizo la estación la Co-  momento de la vida de la institución. en
          fradía con el mayor lucimiento, llevando  el mismo se determina que los nudos (el
          setenta y cuatro nazarenos y siendo la cera  cíngulo) y las enseñas de los hermanos
          de estos y del paso como está acordado, por  “de a pie” serían rojos, mientras que los
          gozar esta Hermandad de ser sacramental,  oficiales y otros puestos destacados de la
          y esta color con las túnicas negras le dio  Cofradía, como los canastillas, los lleva-
          mucha más vista y lucimiento. […]Nota:  rían dorados.  así podemos apreciar en
          Los bordados de los trajes de las Efigies,  los grabados de Manuel de Grima, que
          simpecado y banderillas de las bocinas, se-  incorporamos al final del trabajo, a her-
          natus y demás hechos por la artista doña  manos con ambas modalidades de hábito.
          Teresa Castillo del Canto. Las Efigies fue-  el  diseño  de  la  túnica  debió  gustar,
          ron restauradas por el escultor don A. Her-  puesto que al año siguiente se tomó como
          nández y su colocación en el paso y ador-
          nos de él fue dirigido por dicho escultor y   modelo para realizar unas semejantes,
          don Antonio del Canto. Éste último dio el   aunque de color blanco para acompañar
          dibujo de los trajes de los nazarenos y del   al Paso alegórico del triunfo de la San-
          pertiguero.”                             ta Cruz que la Hermandad sacó en dicha
                                                   fecha. Nuevamente, encontramos un cer-
             Podemos apreciar nuevamente consi-    tificado del mencionado Secretario que
          deraciones de tipo artístico, como la au-  nos describe la forma en la que se produ-
          toría de los bordados, que aún hoy cons-  jo la estación de Penitencia:
          tituyen un rasgo distintivo de nuestra
          corporación. además, podemos discernir      “certifico que según lo acordado en el
          mediante este documento la autoría del   cabildo de 23 de febrero y 18 de marzo
          diseño del hábito nazareno y el ropón    del corriente año tuvo efecto la salida de
          del pertiguero. Fueron obra del pintor D.   la cofradía en la tarde del Viernes Santo
          antonio del Canto, a la sazón hermano    que fue el 18 de abril a la hora marcada
          de la archicofradía y que ya había reali-  por  la  autoridad,  estrenándose  el  nuevo
          zado otros trabajos para la Hermandad,   paso en la alegoría del Triunfo de la Santa
          como la ejecución del nuevo cuadro de la   Cruz,  [...],  habiendo precedido la compe-
          resurrección, en 1848, para las obras de   tente licencia tanto para este paso y mis-
          reforma del altar Mayor. Se trata de un   terio cuanto para que los nazarenos que
          artista perteneciente al círculo de D. José   lo precedían fueran con túnicas iguales
          Lamarque, hermano de la Carretería, co-  a las negras últimamente hechas pero de
          nocido mecenas artístico que estaba casa-  merino blanco. La competente licencia del
          do con antonia Díaz.                     Eminentísimo Señor Cardenal Arzobispo
                                                   de ésta, señor Tarancón[…]. Se hicieron
             en referencia a este momento pode-
          mos añadir que ese mismo año se mandó    36 túnicas de nazareno blancas de merino,
                                                   siendo su hechura igual a las negras, las
          imprimir un reglamento de régimen In-    que fueron costeadas por otros tantos her-
          terno que aún se conserva en el archivo
          de la archicofradía, y que viene a corro-  manos bajo las bases del reglamento apro-
          borar la importancia de la  estación de   bado para las negras.”.
          Penitencia de aquel año y la forma en la   Las  vicisitudes que  atravesaban las
          que la encararon nuestros hermanos de  Hermandades en estos años, a las que
          mediados del siglo XIX. Se trató, en gran  nuestra Corporación no fue, ni mucho
          medida, de una reordenación del princi-  menos, ajena, provocaron que entre 1862
          pal culto externo de nuestra Hermandad,  y 1873, apenas saliese la Cofradía un par
          puesto que se cambió la hora de salida y  de años. De hecho, en 1873, terminados






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