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Carta a Antonio Beltrán Risquete
HOMENAJE AL RECUERDO DE LO VIVIDO JUNTO A UN GRAN
HOMBRE, Y SU FORMA DE SER
Hola Antonio, imagino que estarás ya con tu hija, de la que tanto me hablabas, por aquí
es imposible NO echarte de menos.
La vida te trató con dureza, pero hoy, ante tu Cristo de la Salud, quien te habrá llevado
hasta tu hija, todo será más agradable.
Te faltaban dos días para cumplir los 85, cuando se apago tu cirio de la vida y,
consecuencia de ello, parte del cirio de todos los carreteros, especialmente el de los que
hemos tenido la suerte de estar cerca de ti.
Hoy, ante tu recuerdo, vuelvo a ver las fotos de un día, para ti inolvidable, del que solías
hablar con frecuencia, el día del Cartero Real en la Hermandad, el primero que llevaban a tu
nieta, disfrutaste como un niño e hiciste disfrutar a tu nieta, "¡¡ Qué gran Abuelo !!".
¿Te acuerdas de cuanto pasamos para vender el piso heredado de tu hermano soltero?,
hasta que tu hija María tomó las riendas de tu familia, erais muchos herederos, y
conseguimos materializarlo...... del dinero que cogiste no te quedaste con nada, todo fue para
tu familia, tus dos hijos, tus nietas, pero sobre todo para "el niño", tu hijo, al que por su
situación, lo dejaste todo preparado para garantizar su futuro cuando faltarás, nunca
pensabas en ti, siempre lo dabas todo por y para los demás, "¡¡ Pura Generosidad !!".
¿Recuerdas la última vez que nos vimos?, hace pocos días, en la residencia que tuviste
que ser ingresado, organizamos ir a verte dos ex-mayordomos, Miguel y yo, con nuestras
mujeres, a las que tanto apreciabas y ellas a ti. Pasamos una buena tarde contigo y tu mujer,
María Luisa, tomamos café, catamos villancicos y me preguntabas por mis padres, me
hablabas de tus nietas y tenías prisa porque tenías seguir limpiando el paso de Misterio, al
despedirnos, le comentabas a la mujer de Miguel, Conchi, que te avisara si se enteraba de
algún trabaja para ti, "de lo que fuera, que tenías que meter dinero en tu casa", le decías. A
pesar de tu estado seguías siendo el mismo "¡¡ Siempre preocupado por las cosas que
afectaban a los demás !!".
¿Recuerdas esas conversaciones taurinas?, cuando me hablabas de toros siempre me
sorprendía tu gran cultura taurina, y tu cultura en general, pues siempre estabas leyendo un
libro, no había una sola vez que cuando, por mi cargo o simplemente como un hermano mas,
llegaba a la capilla, en un banco, allí estabas, leyendo.
En fin tantas y tantas cosas que necesitaríamos varios boletines para poder
contárnosla.
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