Page 3 - Boletín 162

Carretería - Cuaresma 2017

EDITORIAL

Un año más, gracias a la colaboración de un nutrido número de Hermanos, y con el
esfuerzo de nuestra Junta de Gobierno, recibimos en nuestros hogares una nueva
publicación de este tradicional boletín, que anuncia en nuestros buzones la inminente
llegada de las fechas que esperamos con anhelo durante prácticamente todo el año.

Hace apenas unas semanas se cerraban las puertas de un año pródigo en
acontecimientos para nuestra Hermandad. Se nos escapó 2016 con el recuerdo de un Viernes
Santo que transcurrió con normalidad. En la memoria permanece aún una estación de
penitencia tranquila y marcada, como siempre, por la admiración que profesan propios,
devotos y ajenos. Celebramos también satisfactoriamente todos los cultos que imponen
nuestras reglas, y se ha logrado la consecución de los proyectos que estaban previstos, como la
sala de exposiciones ubicada en el antiguo almacén, entre los más importantes.

Mi ánimo y gratitud para los que lo hacen posible año a año y trabajan
desinteresadamente por y para La Carretería, y en especial para los que lo hacen desde el
anonimato de la mayordomía, del almacén, de la sacristía, o de una sala repleta de mujeres
que preparan con esmero y a base de remiendos antifaces, albas, dalmáticas y lo que haga
falta. Mi reconocimiento también para aquellos que sacrifican innumerables horas
montando un altar, repartiendo túnicas, con las cuentas, limpiando plata o fundiendo una
candelería, y para tantas personas que ponen su grano de arena, de un modo u otro, de manera
totalmente altruista.

Sin embargo, no todo han sido buenas noticias, hay que decirlo. Sufrimos la pérdida
de varios hermanos: Aurora Espadero, Francisco Alzueta, José Manuel Mohedano, y
especialmente me gustaría nombrar a Ignacio Sánchez, un joven de apenas 25 años que nos
dejó demasiado pronto. Reconozco que no tuve la oportunidad de conocerlo personalmente,
pero me consta que profesaba una gran devoción a su Carretería, y presumía de ello allá por
donde iba. Sirvan estas breves líneas para recordarlos y mostrarle todo nuestro cariño a sus
seres queridos.

Hay familias que no están pasando por momentos fáciles, por diversos motivos, como
el que acabamos de comentar, pero también por la coyuntura social por la que seguimos
transitando, y por otros avatares de la vida. Y nuestra Corporación no vive al margen.
Recordad que la Hermandad está siempre abierta a todos, es lugar de encuentro y también
refugio para todo aquel que necesite cobijo. Ese debe ser el verdadero sentido que nos lleva
uniendo durante casi cinco siglos, y ese debe ser el motivo primordial que dé rumbo a esta
época de Cuaresma que estamos a punto de estrenar. Que estas semanas no sean un mero
pasatiempo en el que visitemos iglesias, besamanos, retiremos una papeleta de sitio o
empecemos a saborear el incienso o el azahar que se desprende en nuestras calles.

Que los cultos del Quinario y Vía Crucis sean una magnífica oportunidad para buscar
en nuestro interior, y encontremos tiempo para la reflexión en nuestra atareada vida.

Recibid un fraternal abrazo y mis mejores deseos para este 2017.

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Francisco Javier G arcía Carrasco
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