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Carretería - Cuaresma, 2012
ALGUNOS APUNTES SOBRE LA EJECUCIÓN
DEL ACTUAL MANTO DE SALIDA DE NUESTRA
SEÑORA DEL MAYOR DOLOR EN SU SOLEDAD
recientemente han sido depositados en se iniciaban en el Convento de las Madres
los archivos de la archicofradía unos docu- Filipenses de Santa Isabel los trabajos de eje-
mentos provenientes del siglo pasado que po- cución de un nuevo manto para nuestra Do-
seen un doble valor. Por un lado el de infor- lorosa, siguiendo el dibujo de Julio Laguna.
mación histórica de primera mano, y por el aunque la obra se estrenó en 1959, es proba-
otro el de la devoción y el amor que suscitan ble que su remate definitivo no se produjese
y han suscitado Nuestros Sagrados titulares. hasta 1963, a tenor de la documentación que
Se trata de una serie de peticiones e informa- pasamos ahora a analizar.
ción que las mujeres y niñas encargadas de en efecto, se trata de cuatro cartas ma-
la realización del manto de salida de Nuestra nuscritas que estaban prendidas con alfileres
Señora del Mayor Dolor en su Soledad pren- en el interior del manto, por debajo de su fo-
dieron en el interior del mismo durante su rro y que fueron hallados durante los traba-
ejecución, a lo largo de las décadas de los 50 jos de pasado a nuevo terciopelo del mismo
y 60 del pasado siglo XX. que se efectuaron a finales de los años 80 y
antes de comentarlos, debemos situarnos comienzos de los 90. el valor histórico de es-
históricamente en las circunstancias que die- tas cartas es alto, puesto que nos indican las
ron lugar a la documentación sobre
la que trataremos en este artículo.
Como todos nuestros hermanos sa-
brán, la Hermandad de La Carre-
tería estrenó en 1886 un soberbio
manto bordado en oro con ocasión
de la primera salida penitencial de
Nuestra Señora del Mayor Dolor en
un paso de palio. La obra, ejecutada
por las celebradas bordadoras Her-
manas antúnez fue rápidamente
considerada un trabajo cumbre de la
artesanía cofrade sevillana y como
tal aparece recogida en numerosas
referencias históricas y bibliográfi-
cas que no nos vamos a detener aquí
a comentar.
Desgraciadamente, el manto fue
pasto de las llamas en 1955, en el in-
cendio desatado en los famosos al-
macenes Contreras, situados en la
Calle Castelar, que era el lugar habi-
tual en el que se guardaba cada año.
Inmediatamente, la Hermandad
comenzó la tarea de recuperar los
enseres perdidos y en el año 1957
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