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lances toreros.
Seguidamente, otra ocasión bonita fue al llegar al Puente de Triana,
donde recordé que tres meses antes habíamos conseguido el récord

al Serranito solidario más largo del mundo con 150 metros, y en esa
noche tan mágica estaba allí como el Rey Baltasar.
Otro momento emocionante fue en la calle Asunción, al llegar al
célebre balcón de Juan Carlos Ramos Picchi, donde me ponen el

pasodoble “Maestranza” y entonces echo mano a mi capote y volví a
dar unos nuevos lances.
Y lo más emotivo sin duda de todo el recorrido fue ver las caras de
satisfacción y sonrisas de esos niños y niñas con sus padres y sus

abuelos.

¿Se acordó de Nuestros Titulares mientras repartía ilusión?
-¡Por supuesto! El mismo día 5, día de la cabalgata, lo primero que

hice fue ir a mi Hermandad de la Carretería y depositar un ramo de
flores a mi Cristo de la Salud y a mi Señora del Mayor Dolor en su
Soledad; y pedirles que me acompañasen y dieran fuerzas a mí y a
todos los míos en el recorrido, y recordar y rezar por todos los

hermanos, de mi Hermandad, que nos han dejado en el año 2023.

Por último, ¿qué significa ser carretero?
-Durante más de 41 años, que es cuando llegué al Arenal, puedo

sentirme muy orgulloso de ser Carretero. Gracias a muchos de los
hermanos y hermanas que ya no están con nosotros, sentí, desde el
primer día que se abrió el Serranito, el cariño y el calor que nos
brindaron, que fue muy importante para aguantar esos primeros

años difíciles y con tanta incertidumbre. Por supuesto, hasta el día
de hoy ese calor y cariño han seguido sucediendo con todos los
hermanos. Moriré carretero y en la medida de mis posibilidades
trataré de colaborar siempre que me sea posible