Page 3 - Boletín 158
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                                                                Carretería - Cuaresma, 2013
                   LAS TRES NECESIDADES DE LA FE



            Creer lo que anunciamos, vivir lo que cree-
         mos, y predicar lo que vivimos, dando testimo-
         nio de ello en nuestras vidas. así podíamos sin-
         tetizar el sentido profundo que Benedicto XVI
         transmite en la carta apostólica Porta fidei. La
         doble conmemoración que estamos viviendo es-
         te año (50 aniversario de la apertura del Conci-
         lio Vaticano II-20 aniversario de la promulga-
         ción del Catecismo de la Iglesia Católica) supo-
         ne una oportunidad para volver a mirar nues-
         tra fe y redescubrir la belleza del don recibido.
         en la diócesis de Sevilla celebramos una efemé-
         rides más que pasa totalmente desapercibida: el
         500 aniversario del Concilio Provincial de Se-
         villa del año 1512 donde se intentaba revisar la
         vida diocesana.
            Necesitamos una hermandad renovada, que
         siembre para el futuro. Hoy estamos recogien-
         do lo que otros sembraron y en muchos momen-
         tos nos desespera la falta de fruto. Por eso nues-
         tra tarea como cristianos es sembrar, no reco-
         ger, sembrar para que mañana haya un pueblo
         que bendiga a Dios con su vida, con sus obras,
         con su manera de vivir la fe.
            No podremos tener una Iglesia renovada sin
         una fe como la de la Santísima Virgen María,   ta Madre Iglesia: hombres y mujeres enamorados
         encarnada, hecha historia de salvación.  ante   de Cristo, orantes con la Palabra, testigos con sus
         la realidad que vivimos sigue de actualidad las   obras.
         palabras de Pablo VI, de la Evangelii nuntian-  «Caritas Christi urget nos» (2 Co 5, 14): solo se
         di (nn46.76): «¿Hay otra forma de comunicar el  puede hacer estación de penitencia, vivir en una
         evangelio que no sea la de transmitir a otro la  hermandad la fe desde el amor, solo se puede seguir
         propia experiencia de fe? tácitamente o a gran-  a Cristo desde el amor, es el amor de Cristo el que
         des gritos, pero siempre con fuerza se nos pre-  llena nuestros corazones y nos impulsa a evangeli-
         gunta: ¿Creéis verdaderamente en lo que anun-  zar. Hoy como ayer, Cristo te envía a los caminos de
         ciáis? ¿Vivís lo que creéis? ¿Predicáis verdade-  esta ciudad tan “aparentemente cristiana” más que
         ramente lo que vivís? Hoy más que nunca el tes-  cofrades  hoy somos misioneros. La fe, en efecto,
         timonio de vida se ha convertido en una condi-  crece cuando se vive como experiencia de un amor
          ción esencial con vistas a una eficacia real de la  que se recibe, y se comunica como experiencia de
          evangelización»                        gracia y gozo. Nos hace fecundos, porque ensancha
            ayer fueron las tres necesidades de la Vir-  el corazón en la esperanza y permite dar un testi-
          gen para presentarnos a Cristo, al Siervo su-  monio fecundo: en efecto, abre el corazón y la men-
          friente, el amor traspasado y triturado, ayer era  te de los que escuchan para acoger la invitación del
          la Virgen que necesitaba escalera, sábana y se-  Señor a aceptar su Palabra para ser sus discípulos.
          pulcro, pero sobre todo necesitaba hombres y   en las manos de María, Porta fidei para toda
          mujeres que le ayudaran con el Cuerpo de Cris-  la Iglesia, colocamos la vida de nuestra Herman-
          to. Hoy son ustedes, los hermanos de la Carre-  dad, que sea escala para llegar al Señor, sabana pa-
          tería  los  llamados  a  cubrir  las  necesidades  de  ra acogerlo en nuestras vidas, y lugar donde pue-
          hacer de esta hermandad un espacio de evange-  da habitar.
          lización. Una hermandad solo puede ser evan-              Manuel Sánchez Sánchez
          gelizadora con el testimonio de sus hermanos.          Párroco de Sta.María de Gracia de Camas
          estas son las tres necesidades de nuestra San-              Delegado Diocesano de Catequesis






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